Además de los elementos principales que, en general, se inspeccionan en cualquier tipo de vehículo (luces, neumáticos, carrocería, interior, espejos, frenos, dirección…), los autobuses tienen sus peculiaridades.
Por ello, al proceso de la ITV de un autobús hay que añadir:
- La presión que ejercen las puertas al cerrar. El técnico utilizará un dinamómetro para asegurar que, en el cierre, no superan el límite de 300N y puedan ocasionar heridas graves si alguien queda atrapado por ellas. Y hablando de puertas, estas deben funcionar correctamente.
- Los mandos de emergencia para la apertura de las puertas, tanto exteriores como interiores. Vitales en caso de accidente.
- Señales óptico-acústicas de aviso al conductor según el estado de diversos elementos del vehículo.
- Algunos autobuses más antiguos disponen de mandos centrales de seguridad para que el conductor lo accione en caso de accidente, su función es la desconexión de la batería para evitar incendios. Esta función está automatizada en vehículos modernos.
- Los elementos de agarre, barras, mamparas de protección y otros accesorios de seguridad dentro del bus deben estar bien dispuestos y no sufrir deterioros.
- Los espejos y/o cámaras, tanto internos como externos, deben cubrir y permitir el control de todo lo que ocurre alrededor y dentro del autobús.
- Son muy importantes las salidas de emergencia, como la trampilla del techo, las ventanillas, el martillo y las leyendas que las indican.
- En el caso de un autobús escolar, los cinturones de seguridad deben encontrarse en buen estado. Además, la señal obligatoria que indica que es un vehículo de transporte escolar debe tener las dimensiones adecuadas. También deben contar con un martillo por cada ventana de salida de emergencia, así como, al menos, un extintor obligatorio (dependerá del número de plazas).
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